Qué es verdad y qué no al importar desde EE.UU.

Importar desde Estados Unidos puede ser una oportunidad gigante para crecer, ampliar tu inventario y conseguir precios más competitivos. Peeero… también es un mundo lleno de mitos que se pasan de boca en boca y que muchas veces hacen que los nuevos importadores tomen decisiones equivocadas o pierdan dinero. Aquí te dejamos los tres mitos más comunes y la realidad que sí deberías tener en cuenta.

Publicado: 22/11/2025

“Importar desde EE.UU. es solo para grandes empresas”

Este es el mito #1 que más frena a los pequeños importadores. Muchos creen que se necesita un presupuesto enorme o contactos exclusivos para poder traer productos desde EE.UU., cuando en realidad el comercio internacional se ha vuelto superaccesible.

La verdad:
Hoy tienes opciones para importar desde una sola unidad, ya sea un carro, una moto, repuestos, electrónicos o mercadería general. Servicios como consolidación (LCL), subastas online, y plataformas especializadas permiten que cualquiera pueda entrar al juego.

Además, si trabajas con un freight forwarder que te guíe, ellos te ayudan desde la compra hasta que la carga llega a tu país de destino.

En resumen: Importar ya no es un lujo corporativo—es una oportunidad abierta para emprendedores y pequeños negocios.

 

“Todo lo que viene de EE.UU. está en perfecto estado”

Este mito ha causado más de un susto. Muchos importadores novatos creen que por venir de Estados Unidos, todo viene impecable, sin daños, sin detalles y sin riesgos. Y eso no siempre es así, especialmente cuando hablamos de vehículos usados.

La verdad:
El mercado estadounidense es enorme, pero también muy variado. Hay carros y productos en excelente estado… y otros que no tanto. Por eso existen distintos tipos de título, grados de condición, reportes de historial, inspecciones, y plataformas de subasta donde cada cosa tiene su categoría.

Lo importante no es asumir, sino evaluar y verificar:

  • Revisa el tipo de título.

  • Evalúa fotos e informes.

  • Consulta a tu forwarder o asesor antes de apostar o comprar.

  • No compres por impulso.

En resumen: Un producto bueno o malo no depende del país del que viene, sino de cómo lo seleccionas.

“Importar por cuenta propia es más barato que usar un freight forwarder”

Este mito viene del pensamiento de “mejor lo hago yo para ahorrar”. Y aunque suena bien, en la práctica suele salir más caro… y más doloroso.

La verdad:
Un freight forwarder no solo mueve cajas:

  • Te orienta en puertos, rutas y tiempos.
  • Tramita documentación crítica (títulos, bill of lading, aduanas, liberaciones…).
  • Te recomienda puertos estratégicos según tu destino final.

Equivocarte con un papel, una fecha o un puerto puede costarte mucho más que pagar un servicio profesional desde el inicio.

Además, muchos forwarders permiten compartir contenedores (consolidación), lo que hace aún más económico todo el proceso.

Importar desde EE.UU. no tiene por qué ser complicado ni un privilegio reservado para grandes empresas. Lo importante es informarte, derribar mitos y rodearte de aliados que sí conocen el proceso.

Si eliges bien tus productos, te asesoras con expertos y entiendes cómo funciona el juego, importar puede convertirse en una de las mejores decisiones para hacer crecer tu negocio.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *


Selecciona tu idioma preferido

elige el idioma en que deseas navegar nuestra página