Errores comunes al comprar en subastas y cómo evitarlos.
En Matus International sabemos que comprar en subastas puede abrirte grandes oportunidades, pero también trae riesgos si no cuentas con la información correcta. Nuestro compromiso siempre ha sido ofrecerte un servicio confiable y transparente, por eso queremos compartirte los errores más comunes al participar en subastas y cómo evitarlos.
1. No revisar el historial del vehículo
Un carro puede lucir en buen estado a simple vista o en fotografías, pero eso no garantiza que esté libre de problemas. Muchos vehículos de subasta han pasado por accidentes graves, han sufrido inundaciones o arrastran problemas legales como embargos. Incluso, hay casos de odómetros manipulados que muestran menos millas de las reales. Comprar sin conocer estos antecedentes puede significar que adquieras un vehículo con fallas ocultas y con un valor mucho menor al que esperabas.
2. Olvidar el presupuesto real
Uno de los errores más costosos es concentrarse únicamente en el precio final de la puja. El valor que ves en la subasta es solo una parte de la inversión total. A eso debes sumarle comisiones de la subasta, cargos administrativos, transporte interno en EE.UU., envío marítimo, impuestos de importación y reparaciones necesarias para que el carro quede en condiciones óptimas. Si no calculas todo esto, podrías terminar pagando mucho más de lo previsto y afectar tu rentabilidad como importador.
3. No inspeccionar el carro
Confiarse únicamente en fotos o descripciones puede ser engañoso. Muchas veces, las imágenes no muestran daños importantes en la estructura, problemas mecánicos o defectos en el chasis. Un vehículo puede verse bien estéticamente, pero presentar fallas en motor o transmisión que resulten costosas de reparar. Comprar sin una inspección es prácticamente jugar a la suerte.
4. No leer las reglas de la subasta
Cada casa de subastas funciona bajo condiciones distintas y no conocerlas puede jugar en tu contra. Algunas exigen pagos en plazos muy cortos, aplican sanciones si no retiras el vehículo a tiempo o incluyen comisiones más altas de lo esperado. Si no revisas los términos, puedes llevarte sorpresas desagradables que afecten tu compra.
5. Subestimar los trámites de importación
Ganar la subasta es solo el comienzo. Para llevar el vehículo a tu país hay que cumplir con normas aduaneras, permisos de importación y pagos de impuestos. Además, en algunos casos se requieren inspecciones ambientales o de seguridad para poder circular legalmente. Ignorar esta parte puede hacer que tu carro quede varado en aduana o que enfrentes costos inesperados.
6. Dejarse llevar por la emoción
Las subastas son rápidas y llenas de adrenalina, lo que hace que muchos compradores se dejen llevar y pujen más de lo que deberían. También es común que terminen comprando un carro distinto al que realmente buscaban, solo por la presión del momento. Esa impulsividad puede arruinar tu estrategia y tus finanzas.
7. No considerar el estado de los títulos
En Estados Unidos, el tipo de título del vehículo lo es todo. Un título limpio (clean title) significa que el auto nunca tuvo daños graves, mientras que un salvage o rebuilt indica que estuvo siniestrado o reconstruido. Estos detalles influyen en el valor de reventa y en la posibilidad de legalizar el carro en tu país. Muchos compradores pasan por alto esto y terminan con un vehículo que no pueden inscribir o que vale mucho menos de lo esperado.
8. No calcular tiempos y logística de entrega
Comprar el vehículo es solo el inicio; luego viene la parte operativa: moverlo del patio de la subasta, transportarlo al puerto, embarcarlo y finalmente nacionalizarlo en tu país. Muchos olvidan organizar esta logística a tiempo y se enfrentan a retrasos, costos extras o hasta la pérdida de su compra por no retirarla en el plazo indicado.
